MARÍA GILBERTE
A veces, el amor no es suficiente para perdonarlo todo. Pero, ¿será el suyo lo bastante fuerte Jacob y Noah no conocían lo que era tener miedo hasta que sus corazones se encontraron. Ahora no pueden pasar ni un solo día sin estar en los brazos del otro. Los besos, las caricias, se vuelven más ardientes, más intensas. Están viviendo su propio cuento de amor, descubriéndose a ellos mismos en el proceso de amarse, cuando los secretos empiezan a florecer.A veces, el amor no es suficiente para perdonarlo todo. Pero ¿será el suyo lo bastante fuerte
