JUAN CARLOS MARTÍN RAMOS
Érase una y otra vez cuentos que no terminan, historias en verso,
	protagonistas diversos: un astronauta, el eco, una ciudad, una vendedora de
	versos... También en este libro hay finales de cuento, cuentos clásicos de
	siempre, pero con un final inesperado que trasciende el que todos conocemos:
	¿quién diría que Pinocho creció como todos los niños, pero que cada
	primavera de sus brazos brotaban ramas nuevas en las que se mecía el viento?