HELME HEINE
Había una vez un elefantito que comía todo el día, entonces, hacía una caca grande como una pelota de futbol. El día en que cumplió dos años hizo dos cacas grandes. En su siguiente cumpleaños hizo tres y cada año que pasaba sumaba una más. Pero un buen día quién sabe qué pasó y al elefante las cuentas le salieron mal. Ya no sabía si debía sumar, restar o multipiclar.